Se aplacaron las protestas en Ferguson, pero se mantuvieron en Los Angeles en la previa de Acción de Gracias
Las protestas por el fallo judicial que evitó imputar al policía blanco que mató a un joven negro desarmado, que ayer se habían extendido a 170 ciudades de todo el país, se aplacaron en Ferguson, epicentro de las mismas, pero se mantuvieron vivas esta madrugada en Los Angeles, donde la Policía dispersó a centenares de manifestantes y efectuó decenas de detenciones.
En las calles de la ciudad californiana pudo verse cómo los manifestantes lanzaban objetos contra los policías, unas imágenes que contrastaron con las del resto del país, con pequeñas y contadas concentraciones que nada tuvieron que ver con los cortes de carreteras y puentes de la jornada anterior.
En Ferguson, epicentro de las protestas, apenas hubo unas pocas decenas de manifestantes, mientras la Guardia Nacional vigilaba los comercios y edificios que entre el lunes y la madrugada de ayer registraron incendios, destrozos y saqueos, informó la agencia de noticias EFE.
De acuerdo a lo informado por la Guardia Nacional, luego de todas las jornadas de protesta se produjeron más de 400 arrestos en todo el país, informó por su parte la agencia de noticias Europa Press.
La calma en casi todo el país se explica, en parte, por tratarse de la víspera del Día de Acción de Gracias, la fiesta familiar por excelencia en Estados Unidos, en la que 46 millones de personas se desplazan entre el miércoles por la tarde y el jueves por la mañana para la tradicional comida con sus allegados.
No obstante, las grandes ciudades de todo el país están en alerta por posibles disturbios desde que en la noche del lunes se conociera que el agente Darren Wilson seguirá libre y sin cargos después de que un gran jurado concluyera que no existen pruebas suficientes para su imputación por la muerte de Michael Brown.
Wilson, blanco y de 28 años, mató con varios disparos a Brown, negro y de 18, el 9 de agosto cuando el adolescente iba desarmado y en circunstancias aún por esclarecer.
Este caso provocó entonces una ola de disturbios raciales que se saldaron con saqueos y destrozos, una violencia que volvió el lunes a esa pequeña ciudad de poco más de 20.000 habitantes tras conocerse el fallo.
Para evitar la repetición de ese escenario, Ferguson se blindó la noche del martes con más de 2.000 agentes de la Guardia Nacional y efectivos de otros cuerpos de seguridad, mientras en las grandes ciudades los manifestantes cortaban puentes y carreteras.
Esas imágenes se pudieron ver en Nueva York, Atlanta, Boston, Nashville, Minneapolis, Oakland y Los Angeles. En Washington, los manifestantes llevaron sus gritos de "justicia" ante la Casa Blanca.
El agente Darren Wilson dijo este martes en una entrevista en la cadena ABC que siente lo ocurrido, aunque aseguró tener "la conciencia tranquila" y volvería a actuar del mismo modo puesto que lo hizo para salvar su vida.
Wilson sostiene que Brown lo agredió e intentó quitarle el arma, un relato que contradice la versión de algunos testigos, entre ellos un amigo que acompañaba al joven.
Según esos testimonios, Wilson disparó en repetidas ocasiones al joven cuando este estaba desarmado y con los brazos en alto, el gesto utilizado ahora como icono de las protestas acompañado del grito: "No dispares".
Sin embargo, el jurado encargado de decidir si había pruebas suficientes -integrado por nueve blancos y tres negros, algo que también provocó indignación- decidió no presentar cargos contra el Wilson, por lo que el policía quedó en libertad y sin acusación.
No obstante, continúa la doble investigación independiente del Departamento de Justicia sobre si, por un lado, hubo una violación de los derechos civiles en el caso de Brown y, por otro, si la policía local mantiene prácticas discriminatorias.
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