Los bañistas que este viernes por la mañana descansaban en la playa de Cala Gran, al sureste de Mallorca, se vieron sorprendidos por una infrecuente persecución de película. La Guardia Civil detuvo en las inmediaciones de este conocido arenal a tres personas que habían huido a la carrera minutos antes, tras dejar varada en la orilla la lancha que habían utilizado la madrugada anterior para transportar hachís desde el norte de África. Los agentes se incautaron de 1.200 kilos de polen de hachís que los detenidos dejaron abandonados durante la noche en la arena de una cala cercana al verse sorprendidos por las autoridades. El episodio se inició la madrugada del viernes cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de que una embarcación neumática se dirigía a toda velocidad a la costa de Mallorca procedente del norte de África. En la lancha sus ocupantes transportaban numerosos bultos que se asimilaban a fardos de droga, por lo que la Guardia Civil puso en marcha un dispositivo para interceptar la nave en la costa mallorquina. Sobre las cuatro de la madrugada, la lancha llegó a Cala Sa Nau, una playa que se interna en la costa rodeada de acantilados en el municipio de Felanitx.

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