Con libreto de Miguel Echegaray y música de Manuel Fernández Caballero, el 29 de noviembre de 1898 se estrenó en el teatro de la Zarzuela de Madrid “Gigantes y cabezudos”. Su elenco lo formaron Lucrecia Arana como Pilar, Nieves González como Antonia, la señorita Espinosa como Juana, Julián Romea como el sargento, Juan Orejón como Timoteo, el señor Guerra como Jesús y Pablo Arana como el tío Isidro. La obra estaba ambientada en las Fiestas del Pilar de Zaragoza del mismo año 1898 y cuenta una historia de amor. Pilar es una joven vendedora prometida con un soldado llamado Jesús que retorna vencido de la Guerra de Cuba. Entre ambos se interpondrá un sargento enamorado de Pilar, pero la determinación de ambos en su compromiso matrimonial se sobrepondrá a las malas artes usadas por el sargento para lograr el amor de la joven. Con esta zarzuela “cómica” de costumbres aragonesas que empleaba la jota como hilo confuctor, el tándem formado por sus autores revalidó y acaso superó el éxito obtenido con “El dúo de la Africana” (1893) y “La viejecita” (1897), convirtiéndose con el tiempo en una de las obras de referencia del género. Entre sus números más célebres destacaron la romanza de Pilar “Ésta es su carta” [ Ссылка ], la salve [ Ссылка ] o las jotas “Luchando tercos y rudos” [ Ссылка ] y la presente Si las mujeres mandasen”. En 1954 se realizó para Montilla una nueva grabación de la obra que estuvo dirigida por Daniel Montorio y Enrique Navarro. Una inspiradísima Lily Berchman encabezó en el papel de Pilar el nuevo reparto, que estuvo acompañado del Coro de Cantores Líricos de Madrid. Ana María Iriarte hacía lo propio ese mismo año para el sello Alhambra a las órdenes de Ataúlfo Argenta y la participación del Coro de Cámara del Orfeón Donostiarra.
PILAR
No nos asusta
nada en la tierra.
Guerra les gusta,
pues haya guerra.
Los hombres todos
son muy bribones,
¡ea!, para ponerse
los pantalones.
Dinero quieren;
pues ni una perra.
Guerra les gusta,
pues guerra.
TODAS
¡Guerra!
PILAR
Guerra les gusta,
pues guerra.
TODAS
¡Guerra!
PILAR
¡Guerra!
Si las mujeres mandasen,
si las mujeres mandasen
en vez de mandar los hombres,
serían balsas de aceite
los pueblos y las naciones,
los pueblos y las naciones.
Si las mujeres mandasen
no habría nunca
guerras odiosas,
que a dar fin a esas guerras irían
madres y esposas
Y aun siendo muchos
y muy valientes,
en un día acababan con ellos
con uñas y dientes.
TIMOTEO
Valiente lío
si ellas mandaran.
¡Vaya un Congreso
de diputadas!
CORO
Si las mujeres mandasen,
si las mujeres mandasen
en vez de mandar los hombres,
serían balsas de aceite
los pueblos y las naciones,
los pueblos y las naciones.
Si las mujeres mandasen
no habría nunca
guerras odiosas,
que a dar fin a esas guerras irían
madres y esposas.
Y aun siendo muchos
y muy valientes,
en un día acababan con ellos
luchando furiosas
con uñas y dientes.
Luchando furiosas,
con uñas y dientes.
Luchando furiosas,
con uñas y dientes.
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