Las posibilidades de revertir el veredicto de culpabilidad pronunciado el pasado sábado contra Pablo Ibar, suscitadas por el repentino cambio de parecer de un miembro del jurado y la afirmación de otro de que había conocido una información sobre el caso que quizá no estaba autorizado a conocer, se han desvanecido este jueves por la tarde (hora de Florida). La suerte del español de 46 años, hallado culpable del asesinato de tres personas en 1994, se decidirá, tal como estaba previsto y si no hay nuevos incidentes en este caso lleno de sorpresas, el próximo 25 de febrero, cuando el jurado se vuelva a reunir para acordar el castigo de Ibar: pena de muerte o cadena perpetua. Un rayo de esperanza se había colado este martes en el triste horizonte de la familia de Ibar, devastada después de que Pablo volviera a ser hallado culpable, en la repetición del juicio que le llevó al corredor de la muerte en el año 2000. Fue el Tribunal Superior de Justicia de Florida el que ordenó repetir el juicio, al considerar que la defensa de Pablo había sido deficiente y las pruebas, “escasas y débiles”. El rayo de luz lo proporcionaron un miembro del jurado identificado como Collins, que llamó al juzgado la mañana del martes, la primera jornada hábil tras el fallo (el lunes fue festivo en EE UU), para decir que se arrepentía de haber apoyado el veredicto unánime de culpabilidad; y otro miembro identificado como Black, que aseguró haber conocido un dato sobre el caso que no estaba autorizado a conocer. A los miembros del jurado les está prohibido informarse por su cuenta del caso cuando abandonan el juzgado, y su veredicto debe formarse atendiendo solo a la información que reciben en el propio juicio. El veredicto, en estos casos en los que la fiscalía pide pena de muerte, debe alcanzarse por unanimidad, y así se alcanzo el sábado. Pero la aparición de Collins, un miembro del jurado arrepentido, justo después de emitir el veredicto, implica que si hubiera sostenido la opinión que tiene ahora el sábado, el juicio se habría declarado nulo por falta de unanimidad. Hay precedentes históricos de cambios de opinion de los jurados, y por lo general el juez no los tiene en consideración. Black, por su parte, era un miembro suplente: el juicio empieza con 18 miembros del jurado, de los cuales seis son suplentes, por si alguno de los titulares causa baja antes del final del juicio. Los 18 miembros del jurado (16 en este caso, pues dos abandonaron por diferentes motivos en el transcurso del proceso) asisten en iguales condiciones al juicio y desconocen, hasta el momento de la deliberación, si son titulares o suplentes. Si se hubiera demostrado que Black compartió la información que tenía (y que no debía tener) con el resto de miembros, el juicio habría de haberse declarado nulo. MÁS INFORMACIÓN El juez del ‘caso Ibar’ permite a la defensa entrevistar a un jurado que dice haber sido “contaminado” Un miembro del jurado del caso de Pablo Ibar se retracta de su decisión El jura
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