Una manada de diecinueve leones… Liderados por tres poderosos machos dominantes. Esta manada enfrentó meses difíciles y, gracias a su superación, se convirtieron en leyendas en las lejanas tierras de Luangwa.
Un cachorro rechazado lucha por sobrevivir y convertirse en rey en un futuro incierto y tormentoso. ¿Será que los desafíos de la jungla africana le darán una tregua?
La verdad es que la vida real es cruel e impredecible… Aquellos a quienes despreciamos pueden convertirse en nuestros salvadores al final. Así que ya deja tu “me gusta” y vamos a ello.
Esta es la manada Wamba, un grupo de diecinueve leones que residen en el este de Zambia, más precisamente en las tierras de Luangwa. Considerada la manada más fuerte del lugar, esta familia estaba compuesta por tres machos dominantes conocidos como la coalición Rock: Mohla, PridePride y Vick. Los reyes contaban con 9 reinas excepcionales, 5 cachorros adolescentes y dos cachorros recién nacidos, Otto el macho y Maya, la pequeña hembra.
La gran familia parecía ser una protección extra para estos cachorros, pero la verdad es que Otto y Maya gustaban de aventurarse por la sabana a escondidas. Un lugar donde los leopardos esperaban el momento perfecto para hacer desaparecer a uno de los cachorros de sus mayores enemigos.
Una mañana de octubre, las temperaturas en la sabana eran abrasadoras, y Otto y Maya aprovecharon que toda su familia dormía a la sombra de un árbol para explorar solos el vasto entorno que tenían frente a ellos.
Mohla, uno de los líderes de la manada, se dio cuenta de que faltaban dos importantes miembros de su familia y fue en busca de sus pequeños. No pasó mucho tiempo hasta que Mohla avistó a un leopardo que acechaba a sus crías.
Mohla sabía que si el leopardo lo veía, sería más rápido y huiría a un árbol muy alto. Si escapaba, el leopardo podría intentar nuevamente capturar a Otto y Maya, por lo que el león se acercó lentamente, muy detrás del leopardo. Cuando el felino se dio cuenta de la presencia de Mohla, ya era demasiado tarde. El león lo abatió de forma rápida y precisa.
Otto y Maya estaban a salvo, al menos por esta vez.
Para una familia de depredadores tan grande, no todos se preocupan por los cachorros…
Mohla, PridePride y Vick se fueron de viaje en busca de más leonas para agregar a su enorme grupo. Aparentemente, los cachorros estarían seguros con sus madres y tías, cazadoras natas e imponentes. Pero la verdad es que ellas no se preocupaban mucho por ellos.
Era de noche y los adultos salieron a cazar. Otto y Maya quedaron solos en la oscuridad de la sabana, justo en el momento en que las hienas buscan a sus próximas víctimas. Pero no solo las hienas estaban activas esa noche, un enemigo mortal se escondía entre las rocas, muy cerca de los dos cachorros de león… la mamba negra. Y estaba dispuesta a hacer tantas víctimas como fuera necesario.
Maya se alejó de su hermano, acercándose aún más al territorio de la serpiente, que no dudó en morder a la pequeña. Cuando salió el sol, la manada regresó con la presa, y una de las hembras notó que solo había un cachorro en casa. Ella salió a buscar a Maya, pero la leona tampoco regresó. Al encontrar el cuerpo de la cría desaparecida, la leona fue mordida por la serpiente que aún estaba en el lugar y sucumbió en pocas horas.
A lo lejos, la manada vio a la leona agonizando de dolor y no se atrevieron a acercarse para ayudarla, ya que los leones saben que la muerte es segura cuando se trata de una mamba negra, y por los sonidos de dolor que oían, sabían que se trataba de la peligrosa serpiente. Las mambas negras son fatales incluso para ellos, los felinos más poderosos de África.
