En medio de la crisis que golpea directamente el bolsillo de los ciudadanos por la recesión, alta inflación y escasez, la estabilidad financiera del país se ve amenazada. Las reservas internacionales, según cifras del Banco Central de Venezuela, se mueven en niveles mínimos históricos.

Alcanzan el índice más bajo de los últimos 12 años. La caída de los precios del petróleo y las obligaciones de la estatal PDVSA de pago bonos de deuda han influido. A finales de abril, el régimen autorizó un cambio de una parte de las reservas en lingotes de oro por unos mil millones de dólares, para atender pasivos.

Este mes, el Chavismo tendrá que desembolsar otros 985 millones de dólares para cumplir con acreedores.

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