En la misma casa donde nació el Partido Andalucista (PA), en el inmueble que fue su vivienda, despacho de su padre y suyo, antes de cederlo a la Fundación Alhambra (que ahora lo explota como hotel), Alejandro Rojas Marcos, el histórico líder andalucista y fundador del partido, ha certificado la desaparición del PA y anunciado formalmente su despedida de la política.

“Mi vida política de partido termina aquí”, ha asegurado en una rueda de prensa multitudinaria en la que ha escenificado una entrevista antes de responder a las preguntas de los periodistas. ”Al único militante del PA que no le reconozco el derecho a integrarse en otro partido, ni siquiera en otra formación andalucista, es a mí mismo”, ha sentenciado. Entre otros motivos, porque todo el mundo pensaría que “es más de lo mismo”.

Aunque Rojas Marcos está convencido de que el andalucismo tiene futuro ha querido dejar “una cosa clara”: “Sobre cenizas no se construye nada. El PA ha llegado hasta aquí. Lo nuevo cuanto más nuevo sea mejor”. En su opinión, los militantes actuales del PA pueden optar por “lo nuevo que surja”, pero, advierte, “si surge de lo que hasta ahora era el PA, nacerá muerto”.

No obstante, el promotor del andalucismo y exalcalde de Sevilla bajo estas siglas, tras hacer autocrítica y ensalzar los logros del PA, ha alabado la decisión de disolver el partido, por “dignidad” y ha negado que sea una “rendición”: “La dimisión es el acto más valiente de la política”. “El PA, más que por resignación, se ha disuelto por dignidad, se ha retirado y no quiere ser obstáculo ni entretenimiento para el pueblo andaluz”.

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