Tuvimos que competir por el vestido de novia.
Inspiración: Dulce Amore
#storytime #historias #abrohilo #boda
Si no llego pronto, voy a perder mi vestido de novia.
Desde el principio las cosas no pintaban muy bien:
Casi casi tuve que obligar a mi novio para que me diera el anillo.
Acepto
Ya con mi novio amarrado.. digo, ya comprometida, corrí a buscar templo para mi boda, pero la agenda de todo el año estaba ocupada.
La única fecha libre es el 23 de diciembre a la 1.
Nooooo. Pero yo quería casarme de noche como en las películas.
Si quiere le muestro la agenda del siguiente año.
No, no. Así déjelo. Qué tal que mi novio se arrepiente. Anóteme el 23 de diciembre.
A la hora de buscar salón hubo otra situación.
Hola, hija. ¿Cómo estás?
Hola, mamá. Con mucha prisa, ¿qué necesitas?
Ay, hija. pues fíjate que tu prima Brenda también se va a casar.
¿En serio?
¡Y el mismo día que tú!
¡¿Qué?!
Me platicó tu tía que fue a apartar la misa pero que tú ya le habías ganado. A ver si no te gana el salón.
Oh no. Mamá, me tengo que ir.
Justo cuando estaba por entrar a las oficinas del salón, vi que mi prima iba saliendo.
¡Hooola, prima! ¿Cómo estás? Supe que te casas.
¡Hooola, prima! Muy bien ¿y tú? ay, supe lo mismo de ti. Oye, una disculpa por lo del templo, no sabía que queríamos el mismo día y a la misma hora.
Ay, no te preocupes de nada, eso ya lo resolví, y justo acabo de apartar el salón. ¿Vas a pasar?
¿Ah?... Ammm… no, no. Solo te vi y quise saludarte. Adiós, prima. Cuídate.
Claro que iba por el salón, pero era obvio que mi primita se me había adelantado.
Y al parecer no era lo único con lo que tenía que darme prisa, sino con todo lo demás. Era muy evidente que compartíamos las mismas ideas, pues hasta íbamos en el mismo orden.
Lo del salón lo solucioné fácilmente. El banquete lo gané yo, lo mismo que el florista. Con el DJ sí me vi muy lenta, y también me ganó a mi tío favorito para el brindis, pero me recuperé a la hora de conseguir el Mariachi, y las dos perdimos a la maquillista porque ese día tenía un evento familiar.
Total que ya teníamos todo para el evento. Pero nos faltaba lo más importante de todo, después de los novios, claro, sin esto no podía haber boda: El vestido.
Yo lo había dejado para el final porque tengo una amiga que tiene una tienda de novias y desde mi compromiso le había dicho que tenía tiempo para armar una selección de los vestidos más bonitos que pudiera conseguirme.
Ay, amiga, discúlpame, pero no me gusta ninguno. Quiero algo más extravagante, más brillante.
Tengo uno que acaba de llegar con un encaje rojo precioso y…
No no no, mi trabajo me ha costado, yo me tengo que casar de blanco.
Ándale, aunque sea velo.
Yo estaba aferrada con que quería mi vestido blanco, ni viéndolo cambié de opinión… hasta que me lo probé.
Ufff, pero qué belleza. Me hace cinturita de avispa. Con este mi novio seguro se desmaya. Es perfecto. ¡Lo quiero! Solo que ahorita no traigo mi cartera.
No te preocupes, amiga. Yo te lo aparto y en estos días me traes el dinero.
Esto era algo que no me podía callar, así que le hablé a mi prima para presumirle que ya tenía todo listo y antes que ella.
¿Prima, qué tal las preparaciones para la boda?
Todo excelente, prima. Ya todo listo.
¿Ah sí? ¿Ya tienes tu vestido?
Claro, justo estoy por apartarlo. Encontré uno hermoso en “Pétalo y Arroz”
Qué curioso, el mío también es de ahí.
El mío es blanco con encaje rojo.
El mío también.
Y strapless.
No me digas.
Ahorita estoy saliendo a recogerlo.
Mira nada más.
Ni siquiera pude presumirle nada. Ella estaba por quedarse con mi vestido soñado y yo no iba a quedarme sentada con los brazos cruzados
Salí corriendo de mi casa.
Hola, amiga. Necesito tu ayuda. Mi prima va en camino a tu negocio. No le vendas ese vestido. Te lo ruego.
Amiga, yo quisiera, pero si llega y lo paga no puedo negárselo.
Me lleva la ch… Está bien, voy para allá.
Ya estaba en la esquina, cuando vi que mi prima se estaba estacionando. En cuanto me vio le cambió la cara.
Mi apariencia no era la mejor, pero eso no importaba, tenía que quedarme con ese vestido.
Espera. Nooooo.
Buenas tardes. Vengo por mi vestido. Sí el de encaje rojo.
Detente, Brenda Sofía. No lo hagas, por lo que más quieras, ten piedad.
… Sí, va a ser pago con tarjeta.
(Llora)
Señorita, me dice que no tiene fondos.
¿QUÉ?
Sí, mire: (Llora porque no facturas)
JAJAJA. Quítate, tú. Yo me lo voy a llevar.
¡¡¡NOOOOOOOO!!!
Mi vestido fue lo más lindo de mi matrimonio. Casi tan lindo como el siguiente video.
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