¿Quieres empezar el año aprendiendo nuevas técnicas creativas?
Pues vamos a ver cómo transferir fotos a cualquier superficie.
En este caso, lo haremos sobre unos platos de cerámica, aprovechando un encargo personalizado que nos hicieron. También puedes hacerlo sobre madera, una teja, vidrio, etc.
Es muy fácil, aunque un poquito laborioso.
Este es todo el proceso y los materiales necesarios:
1. Partimos de una o varias fotos en fotocopia a color sobre folio y con la imagen reflejada, para que, al estamparla, quede del derecho. La reproducción en fotocopia es la más idónea porque ese tipo de tinta se transfiere muy bien.
2. Recortamos las fotos como queramos.
3. En caso de que la foto no ocupe toda la superficie, perfilamos con lápiz o rotulador el espacio de ésta para poner el pegamento sólo en ahí.
4. OPCIONAL: Pintamos la superficie con pintura acrílica blanca. Esto ayuda a darle uniformidad en caso de que sea algo rugosa, porosa o tenga color. Luego, dejaremos que seque por completo.
5. Ponemos el pegamento para transfer tanto en la superficie como en la foto. Se puede usar un gel especial para transfer o cola blanca.
6. Dejamos secar 24 horas…
7. Retiramos la celulosa humedeciendo el papel y frotando con los dedos, con muchísimo cuidado. Si hacemos algún agujero, podemos retocarlo con pintura acrílica.
Cuando se seque, quedará una capa blanquecina, pero no pasa nada, luego lo solucionaremos…
8. OPCIONAL: Pintamos un fino marco en cada foto con acrílico para darle un acabado más bonito. Además, nos servirá para disimular posibles imperfecciones.
Esperamos a que la pintura se seque completamente.
9. Barnizamos y los colores recuperarán su intensidad y brillo.
¡Y ya tienes tu decoración terminada! ¿A que ha sido fácil? Esta técnica es ideal para hacer regalos personalizados y únicos, me encantará ver en las redes sociales tu proyecto de transferencia de fotos (etiquétame en Instagram como @cielodehuesca)
Si tienes alguna duda, déjala en los comentarios ;)
¡GRACIAS POR APRENDER CONMIGO!
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