¿Cuál es el procedimiento de donación de órganos y tejidos después del fallecimiento del donante?
Cuando una persona muere, ya sea, por paro cardiorrespiratorio o muerte encefálica, la donación se llevará a cabo únicamente sí el fallecido expresó en vida su deseo de ser donador y se cuenta con el consentimiento de la familia.
En caso de que no lo hay expresado, la familia podrá autorizar el proceso.
Pero, ¿Cuáles son las características de cada tipo de muerte?
La muerte por paro cardíaco es cuando el corazón deja de latir por lo tanto, el suministro de sangre deja de llegar al cerebro y los demás órganos se detienen junto con éste.
Cuando este sucede, los tejidos que pueden ser donados son: los tendones, válvulas cardíacas, corneas, huesos y piel.
La muerte encefálica, también conocida como muerte cerebral, es el momento en que el cerebro detiene su actividad de manera completa e irreversible, la cual debe de ser certificada por el equipo médico de la institución en la que se realizará el proceso.
En este caso, los órganos y tejidos que pueden ser donados son: el corazón, pulmones, hígado, riñón, páncreas, intestino, válvulas cardíacas, tendones, córneas, huesos, cartílagos y piel.
Cualquiera que sea el caso, el trasplante podrá ser llevado a cabo únicamente por las instituciones que cuenten con licencia para poder realizar trasplantes.
El que un órgano o tejido sea candidato para ser trasplantado depende de la compatibilidad entre el donador y el receptor, así como el estado de salud de éste, entre otros criterios.
Los trasplantes son posibles gracias a la solidaridad de aquéllos que donan sus órganos de forma altruista y voluntaria.
Si se tiene el deseo de convertirse en donador después de haber fallecido, es importante registrarse en la página oficial del Centro Nacional de Trasplantes en: www.gob.mx/cenatra
Lo más importante es compartir la decisión con la familia para facilitar que ellos la respeten.
La decisión de ser donador se comparte en familia.
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