Brevisimo repaso por el libro de Sigmund Freud en el cual reelabora completamente su teoria respecto de las pulsiones para dar lugar a las pulsiones de vida y pulsiones de muerte.
La primera teoría que él había postulado era la del principio del placer, es decir que el psiquismo tiende a la conservación mínima de la excitación, y el gasto mínimo de la energía. Es decir busca el placer y evitar el dolor, esto también se denomina a veces como principio de Nirvana.
Obviamente la primera objeción a este principio es desde luego el Principio de Realidad, es decir que el niño el sujeto se toma con diferentes momentos de frustraciones en la vida en la que tiene que relegar el placer para más adelante en el tiempo, esperar o directamente renunciar a el.
La otra que se encuentra en la clínica es el caso de la neurosis traumática en ex veteranos de guerra que reviven los hechos traumáticos a través de pesadillas. Entonces no se puede afirmar que los sueños son siempre el cumplimiento de deseos irrealizables. En este caso lo que sucede es que el trauma es un hecho que sobreviene de repente y para lo cual la persona no está preparada. Freud dice que el miedo es frente a un objeto que causa temor, la angustia es el temor de que suceda algo malo y el terror es cuando el hecho se presenta de repente, entonces en la guerra no ha habido angustia porque los hechos suceden de pronto y el sueño permite recuperar o reelaborar esa angustia no vivida.
También está la más evidente compulsión de repetición que es una tendencia que lleva al sujeto a repetir los mayores fracasos de su vida, hechos displacenteros que se repiten en el tiempo sin que el sujeto tenga mucho control de ellos, como fracasos en el trabajo, estudio, amor, desengaños, celos, etc. El sujeto no los controla y no sabe como se producen o como evitarlos.
Narra el caso de su sobrino que denomina Fort Da en el cual el niño aleja, tira un carretel con el que estaba jugando y luego lo acerca hacia el nuevamente, al lazarlo el niño dice Oooo (Fort, se fue en alemán) y al traerlo dice Aaaaa (Da, aquí está en alemán), hipotética que puede deberse a que de esta forma el niño escenifica como se siente cuando la madre tiene que dejarlo por un momento cuando hace otras cosas en el hogar y de esta manera convierte en activa (lanzar el juguete) la desaparición repentina de la madre que el siempre vivencia de forma pasiva sin poder hacer nada. La otra teoría es que se trata de una pulsión agresiva que expresa una venganza hacia la madre por las veces que esta le ha abandonado.
Estos son los hechos dirá Freud, pero él va a realizar una teoría, una hipótesis arriesgada pero necesaria, para va a expresar que existen más pulsiones además de las eróticas o de vida. Las pulsiones eróticas o de vida son aquellas que llevan al sujeto a buscar el placer, es decir a la conservación, perpetuación y aumento de la vida y estas desde luego ligadas al deseo biológico de auto conservación del individuo y del a especie (procreación biológica).
Por lo cual dice Freud que una pulsión es una tendencia a la reproducción de un estadio anterior, es decir toda pulsión es conservadora. Pero si nos retrotraemos cada vez más atrás en el tiempo el primer estadio es inorgánico, porque alguna vez nuestra materia animada estuvo inanimada y por lo tanto esta sería la pulsión de muerte, el deseo de volver a ese estadio de quietud absoluta. Por lo tanto las pulsiones de muerte al contrario que las pulsiones de vida buscan la muerte, la separación, la disgregación de todo lo vivo (el individuo y su relación con la sociedad y los otros sujetos, romper al sujeto y sus relaciones). Es una pulsión que se expresa a través de la agresividad.
De esta forma el aparato psíquico es dinámico y ondula oscilatoriamente entre las tendencias pulsionales de vida y las fuerzas pulsionales de muerte.
