En primer lugar es necesario diferenciar el término ojera y bolsa, que se suelen utilizar de forma equivocada. La ojera hace referencia a la coloración violácea del párpado inferior y de la zona lagrimal debido a que se transparentan los vasos sanguíneos en este nivel.
Tiene un componente genético pero también existen otros factores que las producen, como es el caso del consumo de tabaco, el alcohol, el cansancio, el estrés o la falta de sueño. Sin embargo la bolsa hace referencia al cúmulo de grasa, también a nivel palpebral. Tiene un componente genético y también de laxitud de los tejidos perioculares.
La Dra. Elena Monzó es una oftalmóloga especializada en Cirugía Estética Ocular. De su completa formación destaca el Máster en Investigación en Ciencias de la Visión por la Universidad Complutense de Madrid, además de la tesis doctoral que firma. En el campo de su experiencia laboral, ingresó en Ophthalteam en 2013, y es Miembro de la Sociedad Española de Oftalmología.
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