[ Ссылка ] El Ejército sirio está bombardeando a las fuerzas rebeldes con bombas de racimo. La denuncia parte de la organización no gubernamental Human Rights Watch, que ha colgado en internet un vídeo en el que muestra submunición sin explotar de fabricación soviética y la carcasa vacía de lo que sería una bomba de racimo lanzada desde un avión. Su uso está prohibido por la comunidad internacional y constituye un crimen de guerra.
"El Gobierno sirio tiene que dejar de utilizar inmediatamente esta munición, es inaceptable", aseguran desde la oficina Human Rights para la ONU. Aunque Siria no es fabricante de bombas de racimo, las compra a los fabricantes de armas rusos y las lleva almacenando desde hace años. Tal y como explica Philippe Bolopion, "al ser antiguas la posibilidad de que las mini bombas exploten con la caída es menor, pueden quedar ocultas sin estallar y hacer las veces de minas antipersona, matando civiles, niños, al cabo de semanas, meses o incluso años".
La organización afirma disponer de pruebas y testimonios que confirma el uso de esta munición, que estalla en el aire, esparce cientos de mini bombas en un perímetro de un campo de fútbol y mata indiscriminadamente. En todo caso, de confirmarse la denuncia sería un argumento de peso para acusar al régimen de Al Asad de crímenes de lesa humanidad.
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