Decir que no usen tocilizumab (Roactemra/Actemra) para pacientes con COVID19 es cierto pero, es una simpleza.
Ayer se presentaron los resultados del estudio COVACTA que deseaba conocer: el perfil de seguridad en una indicación distinta a enfermedades autoinmunes y si había mejoría clínica, disminución de la mortalidad, egreso temprano de hospital ó UCI. Con excepción del tiempo de egreso hospitalario, todas las medidas de efectividad al mes de uso salieron negativas. ¿Aquí debe acabar el análisis? NO
Para los tiempos en los que se prueba todo lo que nos hace medio sentido el estudio deja enseñanzas muy valiosas para los estudios de otros tratamientos:
1) Mientras la seguridad sea adecuada (no mayores riesgos que el beneficio esperado o que sea, al menos, igual al comparador) podrían seguirse haciendo estudios con ese medicamento (sí y solo sí) hay un beneficio o hallazgo útil. Bajar el tiempo de hospitalización es algo muy útil para los pacientes y sistema sanitario ¿No lo creen?;
2) Que exista plausibilidad biológica (una observación a nivel celular, molecular, en especies inferiores) es un argumento MUY POBRE para creer que va a funcionar y utilizarlo directamente en los pacientes. Debería existir más de un argumento y deben generarse las condiciones de seguridad para los pacientes. DILE NO A LOS TRATAMIENTÓLOGOS: prescribir medicamentos debe ser un ACTO PROFESIONAL. Di NO a la improvisación;
3) ¿Vieron la cantidad de objetivos secundarios? Hay que verlos TODOS y luego analizar el peso o relevancia de cada uno. Por eso comenté que sólo hablar del objetivo primario es una simpleza y desperdicio de la información. La cual se obtuvo de experimentar en los pacientes. Seamos respetuosos con su esfuerzo y seamos listos para utilizar esa información y;
4) El comportamiento de Roche es adecuado, es lo menos que debemos pedirles a los que realizan estudios en pacientes, sean laboratorios, universidades, centros de atención e investigación. Excelente ejemplo.
Cuídense.
IA Ricoalba
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