El PLAN DE ACCIÓN es vital para todo líder; es su herramienta principal para saber hacia dónde se dirige, es como su mapa, sin él definitivamente que se va a extraviar. En el plan de acción se incluye el análisis o diagnóstico de dónde estamos y hacia dónde queremos ir, los objetivos, las metas, las actividades, la calendarización, los períodos de evaluación, etc. Sin un plan de acción entonces caeremos en simplemente imitar lo que otros hacen en otras iglesias, o de correr el riesgo de ser arrastrados por las doctrinas de "moda". Sin un Plan de acción definido caeríamos en la improvisación y en el desgaste y mal uso de los recursos. El problema más grande es que el tiempo perdido ya no se recupera. Todo líder debe contar con un Plan de acción.
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Bendiciones.
Manuel Calderón, Miami, Fl.
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