El carbono es el átomo de la vida, de nuestras sociedades y economías.
Forma parte de nuestro ADN, de lo que comemos, de aquello que usamos cada día, lo usamos para desplazarnos o para construir ciudades.
El carbono circula constantemente en nuestro planeta, en un equilibrio frágil que hemos puesto en peligro, aumentando drásticamente la concentración de CO2 en la atmósfera.
La agricultura es responsable del 15% de las emisiones globales de gases efecto invernadero. Principalmente por el uso de fertilizantes y una gestión de los suelos
Pero los propios cultivos y estos mismos suelos, gestionados de manera adecuada y sostenible, tienen una gran capacidad de ejercer como sumidero, dotando al sector de una gran capacidad de descarbonización, y de apoyar las acciones para alcanzar la neutralidad climática para 2050.
Por eso creamos la plataforma CULTIVA CARBONO, una alianza para crear el mayor fondo de créditos de carbono agrícola.
El agricultor, asesorado y acompañado por la experiencia de BALAM, realiza prácticas de agricultura de carbono que harán su explotación más eficiente, rentable, resiliente y sostenible, generando un impacto positivo para el planeta y obteniendo una compensación por ello.
Las compañías e industria podrán recompensar a los agricultores que reduzcan su huella de carbono y que cuiden del entorno, a la vez que compensan sus emisiones a través de créditos verificados de alta calidad en el mercado voluntario.
Esta plataforma, alineada con las estrategias europeas de sostenibilidad, alimentación y biodiversidad, permite avanzar hacia la descarbonización de la cadena agroalimentaria, sumar a los agricultores a la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible, y a impactar localmente de forma positiva en lo social, económico y ambiental.
Es el momento de devolver a la tierra todo lo que nos ha dado
BALAM AGRICULTURE
www.cultivacarbono.es
Nuestra mejor huella
