Después de la muerte de su madre John (Juan) Newton se convirtió en un muchacho muy rebelde. Las blasfemias que salían de su boca y la falta de sujeción a cualquier autoridad le causaron muchos problemas, pero su mayor problema era su esclavitud al pecado. Sin embargo, las enseñanzas acerca de Jesús que su madre le había dejado dieron su fruto en el momento oportuno.

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