L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), 30 abr (EFE).- Cuando el párroco de Santa Eulàlia de Provençana de L'Hospitalet de Llobregat decidió hace unos meses decorar el ábside del templo, recurrió a Internet, donde se topó con el trabajo de Rudi, un artista urbano experto en murales de grafiti. El mosén no se lo pensó y le encargó las pinturas del altar mayor.
A Rudi, un cacereño de 38 años con más de dos décadas de trayectoria entre aerosoles y esprais, la llamada del párroco Ramon Mor le dejó perplejo, pero aceptó de inmediato el reto que suponía adaptar las técnicas de su estilo no sólo a la temática religiosa, sino a un espacio tan complicado como el ábside de una iglesia, teniéndose que inspirar además en el románico catalán.
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