Para algunos Carlos Monsiváis es uno de los intelectuales más importantes de la historia contemporánea mexicana de la segunda mitad del siglo XX y la primera década de este siglo. Con una ironía penetrante logró abordar distintos temas de la literatura, las artes, la política, la historia y las luchas sociales, difuminando la línea entre la alta cultura y la cultura popular.
Monsiváis nació en el barrio de La Merced y más tarde vivió en la colonia Portales. Después de pasar por las aulas de las facultades de Economía y de Filosofía y Letras de la UNAM, decidió ser autodidacta y muy joven pasó a formar parte del grupo de escritores y artistas conocido como “La mafia literaria”, que se reunió en torno a la figura de Fernando Benítez, director del suplemento cultural “México en la cultura”, que publicaba el periódico Novedades y, más tarde, del semanario “La Cultura en México” en la revista Siempre!, una publicación no sólo literaria, sino plural, con reportajes, entrevistas y ensayos de autores conocidos en América y Europa.
Este grupo, compuesto por Carlos Monsiváis, Carlos Fuentes, el pintor José Luis Cuevas, José Emilio Pacheco, Elena Poniatowska, Sergio Pitol, y otros escritores y escritoras muy creativos, de mucho talento, dieron gran vuelo a la cultura mexicana, pues practicaron la más fina y aguda crítica cultural del país y sus opiniones influían poderosamente en los gustos artísticos del momento.
Monsiváis quien llegó a dirigir México en la Cultura en 1972, fue un hombre de la ciudad de México y escribió incontables crónicas sobre sus distintos rincones y sobre sus grandes y pequeños personajes. “Sabía absolutamente todo sobre su gran ciudad. Podía desayunar con Fidel Velázquez, platicar con María Félix y en la noche irse al California Dancing Club, porque tenía el extrañísimo don de poder hablar y entenderse con absolutamente todos los sectores sociales de la sociedad mexicana”, comenta Alejandro Brito, director del Museo del Estanquillo, fundado en 2006, que alberga más de 20 000 piezas de la colección privada de Carlos Monsiváis.
Entre las muchas obras de “Monsi”, como lo llamaba cariñosamente la gente, destacan Días de guardar, Los rituales del caos, Aires de familia, Cultura y sociedad en América Latina, lo mismo que Amor perdido, Entrada libre, Escenas de pudor y liviandad, Los rituales del caos, El 68, la tradición de la resistencia, y Apocalipstick; textos en los que abordó múltiples aspectos de la cultura popular, la política, las figuras destacadas de nuestra historia, del poder, de las artes, el erotismo y los movimientos sociales. Entre toda esta magnífica producción también brillan especialmente el ensayo sobre José revueltas y el libro sobre Salvador Novo, lo marginal en el centro.
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