Todo comenzó el 14 de octubre de 1962, cuando un avión de reconocimiento estadounidense fotografió los emplazamientos de misiles instalados por la URSS en Cuba. Hasta entonces habían sido un secreto: nadie debía enterarse de que la URSS estaba desplegando armas nucleares tan cerca de EE.UU.
Como consecuencia de ello, el presidente estadounidense John F. Kennedy impuso un bloqueo naval a la isla: la marina estadounidense detendría y devolvería a su punto de partida a los barcos que llevasen a Cuba armas nucleares o misiles. El Kremlin tachó el bloqueo de acto de agresión y declaró que sus barcos lo ignorarían.
Se iniciaba así una cuenta atrás que parecía conducir inevitablemente a una guerra entre las dos superpotencias. Durante algo menos de dos semanas, el destino del mundo estuvo en manos de unos pocos hombres. Afortunadamente, ante el apocalíptico escenario de un conflicto nuclear, Kennedy y el líder de la Unión Soviética, Nikita Jrushchov, decidieron finalmente ignorar la presión de los “halcones” en el Kremlin y en la Casa Blanca, y encontrar una salida negociada a la crisis.
Nunca en la historia de la humanidad el mundo estuvo tan cerca durante tanto tiempo de la guerra nuclear.
Reportaje: Jaime González Árguedas
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