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Recorrer en coche Península de Troia en Portugal es hacerlo por kms y kms de playas vírgenes y con un Oceáno Atlántico que no entiende de diques. Entre tanta naturaleza surge un punto accesible en un tramo de esta interminable y bella playa. Aparcamientos cercanos, accesos por plataforma amplia y estable, kilómetros de plataforma por la arena para disfrutar de paseos y, junto al puesto de guardacostas una silla anfíbia para disfrutar del mar y bastones anfíbios para los que necesitan mayor estabilidad y permanecer de pie, las instalaciones se completan con servicio de sombrillas y hamacas especialmente indicados así como baños accesibles en las cafeterías de al lado.
