El cristianismo protestante está creciendo significativamente en América Latina, lo que lo ha llevado a ser cada vez más influyente en los espacios políticos. Sin embargo, muchos han querido darle un tinte partidista a las diferentes manifestaciones del cristianismo en la región.

¿Pero, qué nos dice la Biblia sobre esto?

Mientras algunas iglesias participan abiertamente en política, otras marcan distancia, ya que no existe un discernimiento claro sobre los temas políticos al interior de la iglesia. Como consecuencia muchos optan por la apatía.

La Biblia ofrece una gran variedad de respuestas sobre la política y los cristianos. Sin embargo, la historia puede ser muy útil en estos casos.

La iglesia tiene, por naturaleza, un impacto en la sociedad, y esto tiene implicaciones políticas. Sin embargo, esa incidencia política de la iglesia debería ser la de anunciar y construir el Reino de Dios desde los valores del seguimiento radical a Jesús, y no desde una agenda partidista.

Como iglesia estamos llamados a servir. Esto significa trabajar en amor, anunciar el Reino de Dios, y denunciar los pecados y la injusticia buscando arrepentimiento. Esto tiene implicaciones políticas ya que el punto principal es hacer la voluntad de Dios.

La incidencia política de los cristianos debería ser mucho más amplia que los procesos electorales y los partidos políticos, y no necesariamente estar ligada a ellos.

Jesús no mostró ningún interés en manejar los hilos de poder, su posición fue de sospecha hacia los poderes del mundo.

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Santiago Espitia Fajardo es Teólogo Protestante y Magíster en Bioética de la Pontificia Universidad Javeriana. Profesor universitario e investigador de Ética, Bioética y Teología. Ha coordinado y asesorado investigaciones sobre Memoria Histórica y Construcción de Paz desde Comunidades de Fe. Miembro de la Iglesia Anabautista Hermandad en Cristo de Colombia.

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