El monóxido de carbono es un gas tóxico que puede causarle la muerte. No puede verlo, olerlo ni probarlo. Es particularmente peligroso para niños pequeños y ancianos. El monóxido de carbono puede provenir de cualquier aparato que queme combustible en su hogar, por ejemplo, aparatos a gas, estufas a leña, parrillas a carbón y generadores de energía.
Algunos síntomas de intoxicación por monóxido de carbono incluyen dolores de cabeza, mareos, síntomas parecidos a la gripe y náuseas. Si no se trata, puede llevar a la muerte.
Formas de mantenerse a salvo:
1. Instale un detector de monóxido de carbono en su hogar cerca de las habitaciones. Los detectores de monóxido de carbono alertan si hay monóxido de carbono en el ambiente y le permiten mantener su familia a salvo. La legislación del estado de Washington exige que todas las casas y apartamentos de alquiler tengan un detector de monóxido de carbono dentro de la casa. El propietario es responsable de proporcionar un detector de monóxido de carbono.
2. Nunca use una parrilla a carbón o gas dentro de su casa o garaje. El monóxido de carbono puede alcanzar niveles peligrosos, incluso si una ventana o puerta están abiertas.
3. Si el detector de monóxido de carbono suena sin parar, saque a todos de la casa y llame al 9-1-1.
Note si el detector de monóxido de carbono ha caducado
Si su detector de monóxido de carbono emite pitidos cada 30 segundos, no es una emergencia. Significa que el detector ha caducado y debe ser reemplazado.
Los detectores de monóxido de carbono generalmente duran unos 7 años. Una vez que transcurra ese tiempo, comenzarán a emitir un pitido cada 30 segundos. Esto advierte que el detector ha alcanzado el final de su vida útil y es necesario reemplazarlo. No llame al 9-1-1 si esto sucede. Reemplazar la batería no detendrá el pitido. Necesita reemplazar el detector completo.
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