El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que el gobierno mexicano analiza la posibilidad de cancelar el contrato de suministro de etano de Petróleos Mexicanos (Pemex) hacia la empresa brasileño mexicana, Braskem Idesa, que desde hace más de tres años produce polietilenos, en Veracruz, dentro del complejo Etileno XXI. Y en donde como ya todos sabemos la empresa Idesa es socia la esposa de Javier Jiménez Spriu quien fuera renunciado recientemente por el presidente Obrador.
Con cinismo, Braskem - Idesa anuncio alcanzó una producción de 3 millones de toneladas de polietilenos de alta y baja densidad, con un incremento de cuatro veces en el volumen de producción con que arrancó el complejo.
Debido a la falta de gas natural en el país, Pemex se ha visto obligado a importarlo para cumplir con el contrato de suministro a 20 años con etileno XXI, y del que el gobierno clasificó el precio de venta como ridículo pues lo vende con un 30% más bajo a este consorcio, Braskem-Idesa, y en donde es accionista Odebrecht.
El presidente dijo el 26 de febrero del 2020 “Se está revisando si se puede cancelar el contrato, si legalmente es posible hacerlo, porque tenemos que actuar con legalidad”, dijo el presidente en la conferencia matutina, “hay una investigación sobre este tema”.
A su vez, Braskem Idesa donde repetimos, es socia la esposa de Javier Jiménez Spriu ex titular de la SCT, señaló que la causa raíz de las dificultades en relación con este contrato es la insuficiente producción de gas etano en el país. “Nos encontramos en un diálogo abierto y colaborativo con Pemex y las autoridades correspondientes para encontrar soluciones que resuelvan esta dificultad, respetando las bases por las cuales fue realizada esta inversión tan relevante para México, dentro del marco de la ley y del Estado de derecho”.
Sin embargo debemos recordar que en solo 10 meses de operación, Etileno XXI representó pérdidas por Mil 900 millones de pesos para Pemex, pues vendió el etano a un precio más bajo de lo que le cuesta entregarlo.
Desde que se empezó con el proyecto etileno 21, el consejero Héctor Moreira Rodríguez presentó las conclusiones del Comité de Estrategia e Inversiones, el cual indicaba que el proyecto tenía “implicaciones estratégicas de alto impacto, sin embargo, el contrato NO se presentó al Consejo de Administración de Pemex, ni se discutió la estrategia de largo plazo.
Se defendió el consorcio y les recordó que fue ganador del contrato de suministro de etano en el 2009, después de haber participado en un proceso de subasta internacional promovido por el gobierno y Pemex, donde se invitó a 30 empresas nacionales e internacionales. Así, el ganador se comprometió a implementar la inversión y Pemex a suministrar la materia prima por 20 años.
Etileno XXI requirió una inversión de 5,200 millones de dólares y según la investigación realizada por Reuters en el 2018, tendría un valor de 1,200 millones de dólares, que podría ser el monto mínimo de indemnización del gobierno en caso de la cancelación del contrato de suministro. Pero habría que recordar que para la realización de la planta de etileno 21 se les tuvo que dar créditos de Bancomext y Nacional Financiera en donde si se hacen cuentas y tomando el tiempo en que se les ha dado gas a un precio de risa, actualmente esos 1200 millones de dólares ya están saldados por el gobierno mexicano.
La cuarta trasformación del presidente Obrador está luchando desde hace dos años en buscar la forma en imputarles corrupción en etileno 21 en donde los contratos de gas a largo plazo a un precio de risa por parte de Pemex sea la panacea jurídica para romper esos contratos en donde Odebrecht y Braskem- Idesa se les pueda imputar corrupción.
Tal vez se hubiera llegado a un buen acuerdo pues el gobierno federal había comunicado que negociaría con estas empresas (Braskem-idesa) y (Odebrecht) los costos tan elevados de las penalizaciones por no entregar a tiempo el gas, pero la empresa Braskem empezó a amenazar al gobierno mexicano con llevarlo a un panel arbitral internacional para exigir el cumplimiento forzoso del contrato.
Con un poco de temor el gobierno mexicano dijo que no quería ir a discutir asuntos comerciales pues le darían la razón a las empresas trasnacionales, así que estaban dispuestos a llegar a un acuerdo. En eso estaban cuando estallo el caso Lozoya y se reabrió el proceso arbitral, pues el gobierno mexicano junto con Pemex podrán alegar corrupción y vicios en el contrato de etileno XXI.
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