Mientras viajamos en el tiempo hacia el momento cuando sucedió el Big Bang, el Universo cada vez se hace más pequeño hasta llegar a un punto en el que se convierte en un espacio tan diminuto que se transforma en un agujero negro infinitamente chico y compacto. Las leyes de la naturaleza actúan en él de manera peculiar, al igual que en los agujeros negros contemporáneos que atraviesan el espacio exterior. Según estas leyes, allá el tiempo debe detenerse. No podemos avanzar en el tiempo antes del Big Bang porque en aquello entonces tiempo simplemente no existía.
Hemos revelado algo que no tiene motivo, porque no existió tiempo en el que este motivo pudiera manifestarse. Según el famoso físico y cosmólogo británico, Stephen Hawking, esto significa que no hubo probabilidad de la existencia del Creador, porque no hubo tiempo en el que este Creador pudiera existir.

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