Nuevos Misioneros para Nuevos Desafíos

Principales desafíos:

1. Una vida coherente en búsqueda auténtica de la santidad.
2. Sanar, fortalecer, defender y embellecer la familia como Dios la quiso.
3. Crecer en comunidad de oración y formación.
4. Cultivar con oración y prudencia la unidad de la Iglesia.
5. Llevar la Buena Noticia íntegra con alegría, creatividad y perseverancia.
6. Defender la vida humana en su fragilidad: no-nacidos, discapacitados, agonizantes.
7. Servir a los despreciados y a los que poco importan.
8. Hacer presencia en la vida pública (lo social, político, económico).
9. Renovar las instituciones educativas y semejantes.
10. Favorecer con sabiduría el diálogo ecuménico e interreligioso.
11. Dar testimonio en los mundos de las ciencias y las artes.
12. Mostrar caminos sensatos y sostenibles de una ecología humana.

Rasgos de los nuevos misioneros

1. Experiencia personal de Cristo y de su evangelio: tienen un testimonio que contar.
2. Viñadores de su propia viña: gente que se conoce y no deja de trabajar en sí misma.
3. Flexibilidad entre la vanguardia y la retaguardia.
4. Bien informados pero no abrumados.
5. Esperanzados pero no ilusos.
6. Capaces de aprovechar la tradición y de sembrar a largo plazo.
7. Generosos con lo que hacen pero ante todo fiados de Dios y su Providencia.

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