UNA NIÑA DE LA CALLE GRITÓ A UN MILLONARIO 'NO COMA ESO, SU ESPOSA PUSO VENENO'... AL IR A CASA...


La mansión Gómez resplandecía bajo las luces de la lujosa fiesta. Los invitados, vestidos con trajes de gala y joyas deslumbrantes, disfrutaban de la música suave y las conversaciones elegantes. Alejandro Gómez, el magnate más influyente de la ciudad, sonreía mientras levantaba su copa para brindar. A su lado, su esposa Victoria lucía radiante en un vestido de alta costura, pero sus ojos reflejaban algo más que felicidad.

Justo cuando los camareros comenzaron a servir el exquisito plato principal, una figura desaliñada apareció en la entrada del salón. Era una niña de no más de 12 años, con ropa desgastada y el cabello enmarañado. Sus ojos, grandes y brillantes, mostraban determinación y miedo a partes iguales.

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