Podemos diferenciar 3 grandes grupos dentro de la infancia. Aquellos niños que se sospecha que tienen una enfermedad, en ese momento, inmediatamente, tenemos que llevarlos al oftalmólogo. Si sospechamos, si tenemos la sensación de que el niño no ve bien, de que mete un ojo, cualquier dato que nos haga sospechar, no tenemos que esperar a que el niño tenga 3 años, tenemos que llevarlo inmediatamente al oftalmólogo porque puede ser el momento de detectar una enfermedad y ponerle un tratamiento.
Por otro lado tenemos a aquellos niños que pareciendo normales tienen antecedentes importantes de enfermedades oculares en la familia, por ejemplo altas miopías, por ejemplo ojo vago, con estos niños lo ideal sería hacer una revisión precoz para detectar esa anomalía, esa posible herencia familiar, antes.
Y finalmente, que es posiblemente por donde vaya la pregunta, en el niño sano hay que hacer una revisión antes de los 3 años para detectar problemas importantes como la ambliopía, o cataratas, o algo que haya podido detectarse por el pediatra con mucha dificultad y que el oftalmólogo al dilatar la pupila, al estudiar bien el fondo de ojo, lo va a detectar inmediatamente.
Otra revisión hay que hacerla a los 5 años, entre los 3 y los 5, sobretodo en aquellos niños en los que hemos detectado alguna pequeña anomalía sobre los 3 años. Y finalmente a los 6 años, cuando van a empezar el colegio, siempre es conveniente hacerles una revisión para evitar el fracaso escolar por motivos médicos.
Los problemas visuales son una de las causas más importantes de fracaso escolar no detectado y que se detecta en el momento en que los padres llevan al niño al oftalmólogo.
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