La reciente marcha convocada por Díaz-Canel, aunque presentada como una gran celebración, reveló las debilidades del régimen. Mientras los medios oficiales hablaban de 500 mil participantes, la cifra real fue mucho menor, entre 30 mil y 200 mil. La ausencia de figuras, las apariciones de Manolo Marrero, con muleta, y Raúl Castro, limitado por su edad, reflejaron la crisis interna. Algunos sugieren que en 2025 podría haber un intento de apertura política en Cuba, con críticas al pasado y posibles reformas, aunque el futuro sigue incierto.

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