Empiezo hablando de las limitaciones de la medicación para la ansiedad. Aunque en algunos casos puede ayudar, muchas veces genera dependencia y no resuelve las causas profundas de nuestra ansiedad. En lugar de centrarse solo en aliviar los síntomas, creo que es más efectivo hacer cambios en el estilo de vida.

Sugiero identificar las causas de nuestra ansiedad, que a menudo se relacionan con hábitos y rutinas estresantes. Para esto, propongo hacer dos listas: una con actividades que generan estrés (como el trabajo o el uso excesivo del teléfono) y otra con actividades que ayudan a relajarnos (como la meditación o el ejercicio). Equilibrando estas actividades "Yin y Yang" podemos empezar a gestionar la ansiedad de una manera más sana.

La idea es hacer cambios pequeños y progresivos, por ejemplo, reducir el tiempo en el móvil media hora al día. La medicación debe usarse solo en casos graves y con responsabilidad. Con paciencia y consistencia, estoy seguro de que podemos lograr una verdadera mejoría.

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