Según la Biblia, José interpretó el sueño del faraón, indicándole que el Estado debe tener políticas diferentes en épocas de vacas gordas y flacas. Algo tan básico es aplicable al tema del anunciado impuesto a las sobreganancias mineras. Si bien resulta razonable que el Estado recaude más ante el incremento sustancial de un commodity como el cobre, que se ha ido a más de 4 dólares la libra, siempre que la regulación sea razonable y profesional; pero ¿qué pasa cuando el commodity caiga de precio?
Es importante tener presente que el mensaje político que el Estado debe llevarse el 70% de la utilidad, en vez del 30%, es absurdo, pues no toma en cuenta las enorme inversiones que se requieren para exploración, prefactibilidad y la construcción de una mina. El sector es complejo y Perú tiene cobre, plata, oro y ahora Litio en minería formal sin una clara política de Estado y mas bien una minería informal peligrosa descuidada hasta por la Sunat y que maneja territorio patrio a su antojo.
Resulta necesaria una política de Estado y la luz verde para este importante sector, para que aumente la inversión , empleo y recaudación tributaria, en ese orden, y sea cada vez más competitivo, antes que se acabe la época de vacas gordas.
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