El panorama actual advierte que los países no pueden descuidar su agricultura por su seguridad y soberanía, siendo obligante para el bienestar de la población materializar el esfuerzo ciudadano, bien sea mediante mayor carga tributaria o movilización de capitales propios, para alcanzar la asignación de los recursos necesarios y la voluntad política de apoyo a los productores para garantizar la alimentación mediante un esfuerzo sostenido, coherente y promotor.
En el caso venezolano, el escenario previsible y el nivel de recursos requeridos para la transformación del sistema alimentario, determinan la necesidad de cuantiosos recursos para financiar el crecimiento económico y las inversiones para la reconstrucción de la infraestructura, la modernización de las cadenas productivas y la promoción del desarrollo de las actividades con ventajas comparativas y competitivas para lograr el bienestar de la población.
La meta de construir un nuevo modelo de desarrollo agrícola debe incluir cambios en la institucionalidad, las condiciones de funcionamiento del mercado, garantía del imperio de la Ley y del sistema de justicia, capaz de generar un clima de confianza entre los productores para motivar flujo de nuevos capitales que complementen los recursos de sector público orientado a la recuperación de la infraestructura productiva, no productiva y la plataforma de ciencia, tecnología e innovación.
El mercado de capitales juega un papel fundamental en el desarrollo y expansión del sector agroalimentario su sostenibilidad y modernización. Entre sus contribuciones destacan:
1.- Flujo de recursos y apalancamiento financiero: El mercado de capitales proporciona una fuente crucial de financiamiento para empresas agroalimentarias, permitiéndoles obtener capital a través de la emisión de acciones o bonos. Esto es esencial para financiar expansiones, modernizar infraestructuras y adoptar tecnologías avanzadas.
2.- Innovación y Tecnología*: Con el capital recaudado, las empresas del sector pueden invertir en investigación y desarrollo, l que contribuye a la modernización del proceso productivo, incremento de la productividad y la competitividad.
3.- Integración a la dinámica global y expansión de mercados: El financiamiento obtenido a través del mercado de capitales puede ser utilizado para explorar y desarrollar nuevos mercados, tanto locales como internacionales. Esto puede significar la diferencia entre una operación local pequeña y una presencia significativa en el mercado global.
4.- Riesgo y Diversificación*: Invertir en el sector agroalimentario a través del mercado de capitales ofrece a los inversores la oportunidad de diversificar sus carteras, lo cual es clave para gestionar riesgos.
5.- Estabilidad y Resiliencia: Con recursos financieros suficientes e implementando actividades de desarrollo tecnológico, las empresas agroalimentarias pueden ser más resilientes frente a desafíos económicos y climáticos, asegurando la estabilidad y el crecimiento continuo del sector.
Esta iniciativa de la Academia, con el copatrocinio del IICA, se enmarca su misión y visión, tiene por finalidad revisar e impulsar las oportunidades disponibles para satisfacer los requerimientos de recursos para el desarrollo agroalimentario nacional y definir líneas de acción para lograr la multiplicación de la disponibilidad y el acceso de financiación de todos los componentes de la cadena en toda la variedad de proyectos que implica el desarrollo sostenible: producción, investigación, extensión, infraestructura productiva y social.
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