Luego de caminar por La Plaza Mayor de Lima, Victor y yo ingresamos al Jirón de la Unión, espacio que, durante mucho tiempo, fue la vía de mayor importancia en Lima. El Jirón de la Unión fue lugar de reunión de célebres habitantes de la ciudad y, con el deterioro del centro de Lima, perdió su caracter aristocrático para convertirse en un espacio netamente comercial.
Desde inicios del siglo XX, el jirón de La Unión fue un espacio de reunión de élites sociales e intelectuales, las que frecuentaban sus tiendas, salones y cafés, lo que lo convirtió en un sello del nuevo siglo en una ciudad que intentaba modernizarse. Este signo se acrecentó cuando se convirtió en el nexo entre las dos plazas más importantes de Lima, y cuando algunas salas de cine se instalaron en él. Así, sumándose a los comercios y lugares de reunión, estuvo desde 1913 el Cinema Teatro La Merced en la cuadra siete del jirón de La Unión, local que sería reemplazado por el Cine Campoamor y luego por el Cine Biarritz, desde 1952. En 1913 también, se inauguró el emblemático Palais Concert, ubicado en la intersección con el jirón Cuzco (hoy avenida Emancipación). (Extraído del libro Ilusiones a oscuras, de Victor Mejía).
