Este imponente símbolo de la geología insular acoge algunas de las expresiones más destacadas de los antiguos canarios. En sus laderas se abren varias agrupaciones de cuevas naturales y artificiales usadas como viviendas y como cementerios. A los pies del Roque se localiza uno de los conjuntos cultuales más representativo de la Isla. Es el denominado Almogarén del Bentayga, una estructura cuadrada excavada en el suelo de roca, con un sistema de cazoletas interconectadas por canalillos. En estos lugares pudieron realizarse las libaciones u ofrendas a la divinidad. Otros elementos sobresalientes son sendas estaciones de grabados con signos alfabetiformes del tipo líbico-bereber. Finalmente, la base del Roque esta circunscrita por una pared de piedra que para algunos autores delimita el espacio sagrado y para otros tiene un carácter defensivo. No en vano, según las Crónicas de la conquista, el Bentayga fue escenario de la resistencia aborigen frente al asedio de las tropas castellanas.

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