El Ecuador ha sido calificado como "el nuevo narcoestado del mundo", según la revista británica, The Economist. La definición de narcoestado fue producto de la investigación periodística de Alexander Clapp, durante una visita realizada al país.
Clapp asegura que " en los últimos diez años, la cocaína transformó a Ecuador de una de las naciones más estables de Sudamérica, con niveles de vida más altos y calles seguras, ahora convertido en el país más peligroso del continente".
