La región sudamericana se convirtió en un campo de batalla entre las principales potencias mundiales debido a sus vastas reservas de litio, un mineral esencial en la fabricación de baterías para vehículos eléctricos. Argentina, Bolivia y Chile lideran la lista de países con las mayores reservas conocidas de litio, lo que despertó el interés de gobiernos e inversores de todo el mundo.
China y Estados Unidos, en particular, están compitiendo por asegurar su acceso al litio. Mientras tanto Estados Unidos, que llegó tarde a la carrera, está ansioso por cerrar la brecha con China, quien viene invirtiendo agresivamente en la región. De hecho, La jefa del Comando Sur de Estados Unidos expresó recientemente su preocupación por la creciente influencia económica y diplomática de China en América Latina, y su agresiva estrategia en el terreno del litio.
Mientras todo esto ocurre, China ha dejado claro que ve en el litio y otros minerales estratégicos una cuestión de seguridad económica y nacional. El gobierno chino ha incluido el litio en su Plan Nacional de Recursos Minerales y ha estado realizando inversiones masivas en la región. Empresas chinas han cerrado importantes acuerdos de inversión en Bolivia, Argentina y Chile, y se espera que las inversiones chinas en litio sigan aumentando en los próximos años.
Estados Unidos también ha establecido como prioridad asegurar una cadena de suministro de minerales críticos, incluido el litio, por razones estratégicas y de seguridad nacional. La demanda global de estos minerales se espera que aumente significativamente en las próximas décadas, ya que el mundo avanza hacia fuentes de energía más limpias. Esto ha llevado a una competencia tecnológica y geopolítica entre Estados Unidos y China en la región.
Para los países latinoamericanos, esta situación presenta una oportunidad de aprovechar la tecnología y el capital chino para promover su desarrollo industrial local. China ofrece atractivas inversiones y una amplia demanda para sus recursos, lo que puede resultar más beneficioso que el tradicional modelo de exportar commodities con poco valor agregado.
América Latina se encuentra en un delicado equilibrio entre los intereses de Estados Unidos y China. Mientras tanto, el litio se ha convertido en un punto clave de disputa en la competencia por el dominio tecnológico y geopolítico entre estas dos potencias mundiales. En síntesis: La región se encuentra en el centro de una batalla por el control de los recursos necesarios para la transición energética global.
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