Madrid, 15 sep (EFE).- Devota&Lomba y Agatha Ruiz de la Prada coinciden en trabajar el volumen, cada uno con su esencia y ADN. El primero con rasgos minimalistas y depurados; la segunda con teatralidad y apoteosis, según se ha visto en la segunda jornada de la pasarela madrileña, en la que también ha destacado Ulises Mérida.
Después de mucho tiempo, Agatha Ruiz de la Prada renuncia a sus míticos corazones, una imagen de marca que la identifica pero que cede su espacio en la colección primavera-verano 2018 al volumen. Volúmenes que envuelven a la modelo y la redondean que "cobran vida en movimiento", cuenta la diseñadora.
En este nuevo discurso creativo, Ruiz de la Prada rinde homenaje a Balenciaga sin renunciar al color intenso, a la energía y a la luminosidad en las prendas.
Una colección que supone un regreso a sus orígenes, cuando en los 80 confeccionaba vestidos con estructuras imposibles, piezas abstractas, "esculturas andantes", apunta esta diseñadora que no se acomoda y busca siempre nuevos retos.
Algodones, linos, organzas y gazares se ensamblan con tejidos experimentales y plásticos con el objetivo de confeccionar una moda sostenible que surge de antiguos textiles propios reciclados.
Una colección "divertida, pero no loca", que sobre la pasarela sigue siendo una inyección de vitalidad, de optimismo, donde la banda sonora dice mucho de su personalidad y del estado de ánimo de la creadora.
La firma Angel Schlesser ha subido a la pasarela prendas comerciales, ideadas para el día a día de la mujer, una colección sencilla sin grandes pretensiones en la que priman las superposiciones.
Un línea fácil con estampados marineros, "coloreada con suaves pinceladas en rojo fresa, verde esmeralda y azul", detalla Carolina Ménendez del equipo de Angel Schlesser, marca que defiende trajes de chaquetas, pantalones, vestidos, faldas y blusas que en ocasiones se adornan con plumas.
Por la mañana, Ulises Mérida, mostró un trabajo exquisito, bien construido, con oficio, mientras que Francis Montesinos se decantó por propuestas de aire caribeño, Andres Sarda por una lencería sensual, una segunda jornada que comenzó con un homenaje al diseñador David Delfín y a la modelo Bimba Bosé.
Terminó la mañana con los diseños sostenibles de Ion Fiz y el sugerente baño de Dolores Cortés, quien contó con la "top" Isabeli Fontana.
Muy ilusionada, la brasileña, que llevaba más doce años sin trabajar en España, contó que "adora" su trabajo, la moda, aunque echa de menos no tener una "rutina diaria" con horarios y, sobre todo, la falta de sus dos hijos.
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