Pisar una cancha para un futbolista es todo y mucho más en este caso de Nicolás Schiappacasse, quien lo hizo luego de dos meses en los que vivió sus peores momentos. Aquella detención en plena ruta rumbo a Maldonado, en donde se le descubrió un arma que según declaró llevaba para dársela a un integrante de la barra de Peñarol previo a un clásico, desató un calvario para el jugador de 23 años.
Luego de haber sido habilitado para que termine de cumplir su pena bajo el régimen de prisión domiciliaria, con el añadido de que pudo comenzar a entrenar nuevamente en grupo, dio sus primeras declaraciones a Ovación en el lugar de trabajo de El Tanque Sisley.
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