La Iglesia de la Cienciología es una de las sectas más controvertidas y cerradas del mundo. Quizás el rasgo más conocido es que cuenta entre sus miembros con rutilantes estrellas del panorama internacional, como por ejemplo los actores Tom Cruise o John Travolta. Lo que ya no es tan conocido sobre la secta fundada por Ron Hubbard, es que tiene su propio servicio secreto, la Oficina de Asuntos Especiales, dirigida directamente por su presidente, David Miscavige. Es el servicio secreto privado más antiguo del mundo, y es más grande e influyente que el servicio secreto de muchos países. Pero, ¿para qué lo necesita una comunidad religiosa? ¿Qué métodos utilizan y con qué fin? ¿Quiénes trabajan en este servicio? Para contestar a todas estas preguntas, los periodistas Frank Nordhausen y Markus Thöß han pasado más de un año investigando tanto en Europa como en Estados Unidos. No tardan en dar con procedimientos judiciales de agentes acusados formalmente de espionaje, allanamiento de morada, coacción y otros actos delictivos. Pero sin duda lo más inquietante, es el descubrimiento de pruebas que conducen directamente a los puestos más altos de la esfera política, incluyendo el Departamento de Estado de los Estados Unidos.

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