Siempre bendecido por la crítica y por un grupo de seguidores minoritario, pero extremandamente fiel, la música del gran compositor y multiinstrumentista sevillano Rodrigo García Blanca, sólo ha conectado con el gran público cuando alguno de sus magnifícos y personalísimos temas se han integrado en el repertorio de otros artistas, en especial esa joya titulada “Sólo pienso en ti”, que formó parte del disco emblemático de su banda mítica, Canóvas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán, y que fue cantado por artistas de públicos y estilos tan dispares como Miguel Bosé o Enrique Urquijo, entre otros.
Pero más allá de los discos de sus bandas, The Speakers, Solera o los ya mencionados Canovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán, sus colaboraciones con otros artistas, Karina, Juan Pardo, Mari Trini o Los Pekenikes, o su actividad literaria, quizá la esencia de este artista pueda encontrarse sobre todo en los cinco discos en solitario que ha publicado a lo largo de su irregular carrera.
Y, entre ellos, destaca “Rodrigo”, una joya imperecedera publicada por Movieplay en 1980, que estuvo a punto de cambiarlo todo, pero que vio frustrado su desarrollo por la falta de empuje de la discográfica y el exceso de perfeccionismo de un artista que no se atrevió a defenderlo en directo.
Este álbum mereció mejor suerte, poruqe contiene alguna de las mejores canciones de Rodrigo. Aunque podemos destacar, entre otras, “Laura”, “Niña Luisa”, “Doña Josefina” y “ Adónde vas Pilar”, como muestras de sus afilados y evocadores retratos femeninos o “Dejame deshacerte la cama”, un buen ejemplo de su elegante vena romántica.
La nómina de músicos y colaboradores es apabullante. La producción corrió a cargo de Joaquín Torres, que también tocó la guitarra eléctrica y el bajo en algunos temas. Rodrigo, por supuesto, puso la voz solista, la mayoría de las guitarras y algunos teclados.
Y junto a ellos la crema de los músicos de sesión de la época, compañeros habituales del sevillano en los estudios de grabación. Los teclistas Horacio Icasto y Eduardo Leiva, que también hizo los arreglos de cuerda; el bajista Manolo Aguilar, los baterías Javier de Juan y Carlos Carli, el clarinetista Martí, el percusionista “Tito” Duarte y la colaboración en la marimba de Felix Puerta y José María Guzmán en los coros. Un equipo de primera para un disco de auténtico lujo.
