Barcelona, 17 mar (EFE).- El Museo Picasso de Barcelona muestra un recorrido de la dedicación desde que era muy joven del pintor malagueño al género del retrato y de la caricatura a través de más de 80 obras, realizadas entre 1895 y 1970.
En la exposición se aborda el humor, un motivo que no se ha tenido en cuenta mucho en el trabajo del pintor, y que sin embargo, ha jugado siempre un papel relevante.
En la exposición, que estará abierta al público hasta el 25 de junio, se pueden contemplar 24 óleos, 33 dibujos, 6 esculturas, 8 fotografías y 7 grabados, algunas provenientes de colecciones públicas y privadas de todo el mundo.
El retrato representa para Picasso una manera de jugar y pintar a gente de su círculo íntimo o bien confiando en su memoria o a través de fotografías, pero siempre libre de presión externa por lo que interpretó a sus modelos de acuerdo con su visión y percepción de ellos, eligiendo el estilo y el medio que consideró más expresivo o apropiado en cada ocasión.
Así, el mismo modelo podía ser representado de maneras sorprendentemente distintas y en estados de ánimo sorprendentemente diferentes. Para la gran mayoría de sus retratos, como se puede ver, utilizó el repertorio conocido de poses y formatos.
Los retratos de Picasso no se habían revisado desde la exposición de 1996 en Nueva York y París.
IMÁGENES DE LA MUESTRA DE BARCELONA. Palabras clave: efe,barcelona,picasso,exposicion,arte
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